Apoya la digestión de proteínas, la absorción de aminoácidos, previene los gases, la diarrea y la hinchazón asociada con la digestión.
Fortalece el intestino al limitar las bacterias malas y regular la inflamación. Un intestino saludable contribuye a un sistema inmunológico saludable.
Estimula su microbioma y permite que las bacterias buenas se reproduzcan.